¿A qué película corresponde esta imagen?










CARTEL
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CRÍTICA
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| Vivimos ultimamente tiempos "escasos" en las salas de cine de todo el mundo. Y digo lo de escasos por haber escasez de ideas a la hora de elaborar guiones originales, recurriendo sieempre para "asegurar" el éxito en taquilla a los tan socorridos remakes. Sin embargo nunca hubiera imaginado el caso de que un remake pudiera denotar tanto o más que las versiones antiguas, que es lo que se puede ver con esta película, ya que destaca no por superar a la original, sino por ser una saga que se ha sabido transformar por completo generan lo inesperado: guiones con personalidad, con cierta originalidad y sobre todo con exito en las taquillas. Si bien "El planeta de los simios" de Tim Burton pasó con un éxito por los cines de todo el mundo (incapaz de igualar a su predecesora, interpretada por el eterno Moisés de la mítica "Los diez mandamientos", Chalton Heston), en el caso de "El origen del planeta de los simios" del director Rupert Wyatt, se ha conseguido no sólo revivir la historia de la forma más moderna posible sino darle también un cariz mucho más explicativo, generando un pseudoremake de su versión antigua, ya que ponen de base una historia que en cualquier caso podría ser más veraz que la de su versión anterior. Una película cargada de tensión y de efectos que realzan aún más la gravedad de la historia, ya que no deja de tratarse entre sus líneas una temática muy usada en el cine como es la soberbia del ser humano, su necesidad de llegar a cotas cada vez más altas que rozan incluso la prepotencia hasta el punto de que el propio mundo, la propia naturaleza se subleva contra él. Para sobrellevar la historia, James Franco, joven actor y sobradamente espeso, llegando incluso a ser el peso interpretativo del mono César (interpretado por Andy Serkis, Gollum para los amigos) el que sobresalga en este film, que sin duda, es digno de ver en la gran pantalla.
M.S.R.
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CARTEL
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CRÍTICA
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| Lo más probable es que muchos de vosotros tengáis la curiosidad de conocer de qué trata la nueva obra del director Terrence Malick, teniendo reclamos como son Sean Penn y Brad Pitt, ambos dos actores que han sabido hacer de sus carreras una auténtica subida al culmen de la interpretación. Otros pensaréis que son ya demasiado los comentarios sobre este nuevo film que no lo clasificarían entre las películas de la temporada catalogándola de obra maestra del sopor y aburrimiento, preguntándose aún cómo es posible ver en él a Brad Pitt y Sean Penn. Sin embargo en este caso podría decirse que ambos actores cumplen perfectamente su "papel" como reclamo publicitario al atraer al público de forma fácil a las salas para verla y saliendo éste en la mayoría de los casos decepcionado, ya que si se busca en esta película la propia distracción y entretenimiento habituales del cine... ha buscado usted en el lugar equivocado. Muy en contra de todo ello, "El árbol de la vida" asegura al espectador dos horas y media de retrospección pura y dura (aunque pueden transformarse en auténtico sopor si lo que se busca es el entretenimiento fácil, tal y como comentaba). Por ello, si el espectador se encuentra con ganas de meditar acerca del hombre y el universo, encontrará en este nuevo film de Terrence Malick una profundísima, a la par que intimista reflexión a cerca de la vida, su origen, además de un viaje al interior del ser humano y a las inquietudes más trascendentales que éste puede experimentar a lo largo de su existencia. Un viaje en el cual el director cuenta con la ayuda de estos dos grandes actores, los cuales, siendo ya consagrados rostros destacados del cine internacional, saben dejar de lado su protagonismo para llevar al espectador a través de esa ruta por el alma humana. Hay que destacar la actuación del niño Hunter McCracken, quien no sólo puede considerarse un "cuasi" Sean Penn, sino que consigue también transmitir con gran soltura grandes sentimientos y pensamientos al espectador. Una película recomendable para momentos de profunda reflexión.
M.S.R.
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TÍTULO ORIGINAL | Johnny English Returns |
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AÑO | 2011 |
DURACIÓN | 101 min |
PAÍS | Reino Unido |
DIRECTOR | Oliver Parker |
GUIÓN | Hamish McColl |
MÚSICA | |
FOTOGRAFÍA | Danny Cohen |
REPARTO | Rowan Atkinson, Rosamund Pike, Dominic West, Gillian Anderson |
PRODUCTORA | Working Title Films |
GÉNERO | Comedia |
SINOPSIS | Johnny English, el mejor espía del MI7 (Rowan Atkinson) parece haber desaparecido de la faz de la Tierra pero, en realidad, ha estado perfeccionado sus extraordinarias habilidades en una lejana región de Oriente. Cuando sus jefes se enteran de que alguien planea un atentado contra el primer ministro chino, no les queda más remedio que localizar al poco ortodoxo agente, que ahora tendrá la posibilidad de redimirse y utilizar lo último en tecnología punta para desenredar una complicada conspiración que implica al KGB, a la CIA e incluso al MI7. Faltan pocos días para que se celebre una conferencia estatal y él deberá usar todos sus trucos para proteger a todos los participantes. En la mente de Johnny English el desastre puede ser una opción, pero el fracaso, jamás. |
CARTEL
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CRÍTICA
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| Sin palabras. Así es como me sentí cuando acabé de ver la película. Nunca llegué a pensar que mi curiosidad por ver uno de los films calificados como quizá el primero de culto en la historia del cine americano de los 70, pudiera llegar a llevarme a un estado de desconcierto total. The Rocky Horror Picture Show, una excéntrica película musical del año 75 que parodia de manera "peculiar" la historia del doctor Frankenstein y en cuyo reparto cuenta con la presencia de una jovencísima Susan Sarandon ("Pena de Muerte") y un perfectamente transexuado Tim Curry ("Sólo en Casa 2: perdido en Nueva York"), de quien puedo decir, a pesar de la película, que es quizá la mejor interpretación de la misma. El film es un explosivo cóctel de estridencia, locura y fenómeno Glam perfectamente armonizados, que deja de lado los tapujos y no tiene pelos en la lengua al convertirse éste en un auténtico: "déjate llevar por el placer". Un guión como ya digo bastante excéntrico, con un argumento de los más malo y pobre y que destaca únicamente por su osadía a la hora de expresar un mensaje tan poco pudoroso en una época quizá bastante dificil. Sólo salvaría de este film a Tim Curry por su papel del Doctor Frank-N-Furter, un "dulce travesti de la Transilvania Transexual", como dice uno de los temas musicales principales del film, cuyo fin es crear al hombre perfecto para... aliviar sus tensiones. A la vez que a Tim Curry, también salvaría las alocadas coreografías y temas musicales de la película, al más puro estílo Rock & Roll de la época. Así que, aún siendo un film de culto que atrae a innumerables seguidores que año tras año se reunen disfrazados de los personajes de la película para verla en los cines creando grandes fiestas dentro de las mismas mientras se proyecta, no diría que este film sea uno recomendable para cinéfilos tranquilos, pero sí para aquellos que sean capaces de soportar durante una hora y media la mezcla más grande de descontrol, sexo, Rock & Roll, locura y paranoia que ha podido dar la historia del cine americano.
M.S.R.
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