Yo, Claudio

"Yo, Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico..." así comienza una de las series que han marcado un hito en la historia de la televisión internacional.

Para aquellos que no hayan oído hablar de ella, Yo, Claudio fue una serie inglesa de los años setenta protagonizada en el papel principal por Derek Jacobi (The Body, Hamlet) que cuenta la historia de la familia Julia, familia que gobernó Roma , desde el Emperador César Augusto hasta Claudio, pasando por Calígula entre otros. Años de corrupción, engaños, asesinatos, orgías... se ven perfectamente reflejados en esta historia basada en los textos encontrados sobre ella, textos escritos por el propio emperador Claudio y llevados a novela por el escritor inglés Robert Graves, autor de libros como "La Diosa Blanca" y "La Hija de Homero".

Sin duda, una obra teatral magnífica desde el punto de vista histórico, ya que la recreación de la época es de una gran calidad aun siendo rodada íntegramente en plató y con ningún exterior. Desde el punto de vista interpretativo son memorables las interpretaciones de Sian Phillips (Dune, La edad de la inocencia) en el papel de la siempre fría, paciente y calculadora Livia, esposa de Augusto y abuela de Claudio, y de John Hurt(Alien: el octavo pasajero) como el excéntrico y loco emperador Calígula (quien llegó a nombrar senador a su caballo), sobrino de Claudio. Pero no cabe duda que es necesario hacer una gran mención al papel protagonista interpretado por Derek Jacobi ya que regala al espectador una interpretación digna de ser recordada, llegando a imitar al emperador que da nombre a la serie de forma muy similar a lo descrito históricamente. Su tartamudez, su cojera y los diversos defectos del protagonista así como el agudo ingenio disimulado (lo cual le sirvió de mucho para llegar a tener una larga vida dentro de su tormentosa familia), hacen que para muchos esta sea probablemente la mejor interpretación de la carrera de Jacobi.

Sin duda una serie que, para los amantes de la historia y para los del buen teatro, será una joya interpretativa que les sumergirá con gran facilidad en aquellos años en los cuales la palabra Roma significaba algo más que un Imperio.

M.S.R.