Hoy comentamos: Sweeney Todd

CARTEL
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CRÍTICA
Inglaterra, siglo XIX. Hambre, tristeza, suciedad, pobreza... no cabe duda que son ingredientes perfectos para iniciar una historia marcada por el estilo de Tim Burton. En este caso, Burton hace suyos los matices de este entorno triste del Londres del siglo... para de nuevo narrar una historia cargada de emociones lúgubres y perversas, muy características de la mente de este director, el cual, en este caso, se atreve con uno de los estilos más complejos del cine: el musical. Sweeney Todd, también conocida como El barbero diabólico de la calle Fleet, no es una idea original de este director. Se trata de guión de un largometraje que data del año 1936 y que ha sido llevada al cine o a la televisión en inumerables ocasiones. Sin embargo, es necesario destacar que fue en teatro donde esta obra alcanzó gran éxito a lo largo de los años 80 como musical, donde pudo verse interpretada en los escenarios ingleses por Angela Lansbury ("La bruja novata") y Len Cariou (La ventana secreta), en los papeles de la señora Lovett y Sweeney Todd, papeles en este caso interpretados de forma formidable por los actores Helena Bonham Carter ("Frankestein de Mary Shelley") y Johnny Depp ("Eduardo Manostijeras"), pareja fetiche del director. En esta versión cinematográfica, Tim Burton consigue plasmar con gran facilidad el tenebrismo característico de las vidas de estos personajes, marcados por el dolor, la venganza y la locura, gracias a que son los parámetros con los que este director suele jugar en sus creaciones. Tanto Depp como Bonham Carter demuestran también no sólo tener unas dotes para el canto sumamente poderosas, sino que son capaces de llenar la pantalla con su talento interpretativo, marcado en este caso por unas miradas siniestras, una excesiva frialdad y en definitiva una química impresionante con la que consiguen dar al espectador un baño de humor negro que engancha. Una película que mantiene por completo el éxito ya cosechado por esta obra en teatro, a pesar de que con ella, se consiga una separación de opiniones entre los seguidores de este director, que consigue innovar dentro de su línea con una faceta poco común para él, sorprendente para muchos y en definitiva, singular... como siempre. M.S.R.